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: ¿Qué imagen estás dando, Club León? :

: ¿Qué imagen estás dando, Club León? :

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@NacionEsmeralda

De acuerdo a la definición de la Real Academia Española, la palabra imagen significa: 1. f. Figura, representación, semejanza y apariencia de algo.

Hoy la tabla general señala al Club León como el último de los 18 equipos que militan en la primera división, y eso, podría ser la «representación» de muchas cosas, no sólo de la mala marcha del equipo, sino de una forma inadecuada de manejar los destinos de un Club que, hace no mucho tiempo, brilló después de estar desaparecido, en aquel olvido de la liga de Ascenso, guardando «semejanza» con la oscuridad de dirigencias corruptas que empañaron su prestigio, ese que tantos años y esfuerzos tardaron aficionados, jugadores, técnicos y directivos en construir.

Dicen que quien no conoce su historia, está condenado a repetir sus errores, y nuestro León lo está haciendo de nuevo. No pretendo ser alarmista y mucho menos pesimista, pero el cúmulo de incidencias negativas que recaen sobre nuestra insignia verde esmeralda me hacen pensar así, hace 20 años que León se jugaba su sexta estrella, en el Invierno del 97, nadie se imaginaba lo que estaba por venir: Torneos caóticos, refuerzos de medio pelo, técnicos iban y venían, interinos, jugadores-técnicos; incluso a «alguien» se le ocurrió la «graciosa» puntada de poner en venta al equipo, no siendo eso lo más grave, lo inverosímil de aquella anécdota, (gracias a Dios anécdota) fue el querer, sin ningún miramiento traspasar a un histórico como León a Puebla, como se vende a un Tecos, Irapuato o Celaya (dicho con respeto para los mencionados) sin importar lo legendario del Club y su legado en una liga como la nuestra. Claro está que la dirigencia actual tiene logros por montones, eso no se puede negar, y jamás demeritar que, literalmente salvaron al León de la liga del olvido… Pero también es claro que hoy la imagen del equipo se ha manchado de nuevo, nos queremos llamar grandes, pero eso se demuestra cada día, no cuando tu técnico condiciona a un cántico del aficionado la presión por ganar un partido, seamos claros, Javier Torrente no tiene el perfil para ser entrenador del León, no el perfil que maneja Grupo Pachuca. Ni Tena, ni Matosas, tampoco Pizzi hablaban del arbitraje como él sí lo ha hecho, tampoco podemos presumir escupir al rival o anotar de manera ilícita, bajo las circunstancias que hayan sido, señalados estamos.

Podríamos decir que este ha sido un torneo realmente para olvidar y borrar esa pésima imagen que se da al exterior, aunque más bien debería ser para aprender, se perdió el estadio León, sede de nuestro equipo, por diversas omisiones ajenas a la directiva, los responsables de recuperarlo hacen alarde del orgullo de «defender lo nuestro», aunque todos sabemos que los procedimientos fueron erróneos y que con campañas no es como se defiende el recinto.

Lo peor y más dramático es que esa «mala imagen» no termina ahí, los cuestionamientos sobre los refuerzos, sobre todo extranjeros, no terminan de convencer torneo a torneo, las llegadas a destiempo, falta de adaptación y requisitos inconclusos son el pan de cada seis meses con los resultados que ya sabemos. No menos penoso ha sido el tema de las lesiones, todo un misterio lo que le sucede a tu mejor refuerzo del torneo pasado, no es diagnosticado a tiempo, y ya diagnosticado, no atendido a tiempo, ya por fin atendido, mal rehabilitado, por fin rehabilitado lo presentas al actual certamen para lesionarlo de nuevo y mantenerlo alejado de las canchas por un par de meses más, ¿alguien sabe qué sucedió? ¿cómo? ¿por qué? Y así, tristemente el listado de lesionados no para, pocos saben el por qué y la razón real de tal cantidad de lastimados.

Muchos aficionados de a pie podríamos hablar y cuestionar mucho, tal vez sin saberlo a bien, pero lo que se ve en el campo no se puede esconder, hace un torneo con casi los mismos puntos soñamos con una remontada histórica en la tabla que se dio por consecuencia una clasificación casi milagrosa. Hoy ese objetivo está prácticamente imposible de lograrse, por las manifestaciones de futbol pobre y desangelado. No es falta de fe o de «amor a los colores», es simple realidad…

Sólo para concluir, me gustaría saber cuál es el sustento de Grupo Pachuca en León, ¿Cuál es el proyecto? ¿Hacia dónde vamos y qué queremos lograr? ¿Pachuca es el importante y allá se apuestan todas, o la mayoría de las canicas?  ¿Es normal que nos vengan a «invadir» al Glorioso y sacrificar economía por orgullo? Honestamente tengo más que agradecerle a los Martínez que reprocharles. Pero la imagen que se está dando hoy del Club me obliga a cuestionar cuál es la base del proyecto. ¿Cómo se planea un torneo? ¿Qué papel desempeñan Jesús Martínez Murguía y Rodrigo Fernández? ¿Qué rol tiene Carlos Slim o Arturo Elías Ayub? Porque es fácil criticar, pero si las decisiones se toman de más arriba, llámense Fassi o Martínez Patiño, realmente poco se puede hacer aquí. La afición de León apoya, pero también exige y cuestiona, podría pagar lo que fuera por un boleto de liguilla si su equipo se mata en la cancha por la victoria con buen futbol. Esa es la imagen que queremos, la que todos deseamos y esperamos, la de una afición leal e intensa como es la nuestra.

Me quedo con la declaración más profesional y responsable del torneo, por parte de Guillermo Burdisso:

«Respetamos a la afición, sabemos que vienen para vernos ganar. Hay que agachar la cabeza y trabajar.»

Limpiemos esa imagen, hagámosla brillar de nuevo.