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Bálsamo

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El Club León consiguió una victoria que, como bien analizó Hugo (@esmeraldasangre) debía suponer un punto positivo para dar aire al clima enrarecido producto de las últimas derrotas que suponen una evidente curva de descenso en el rendimiento y posición del club. La victoria frente a Cruz Azul y calificación a semifinales de la Copa MX era obligatoria.

Cruz Azul

Tomás Boy, lo comentamos antes, es un técnico apaga fuegos, capaz de dar estabilidad a un club. Sus equipos son prácticos, pero el tiempo que lleva en la escuadra azul es muy poco para ver resultados completos. A eso le podemos agregar el cuadro alterno que utilizo el técnico (A pesar de que en nombres son jugadores para ser titulares en primera división, no juegan habitualmente de titulares ni juntos) que en suma no hacían de la máquina un rival competitivo.

Cruz Azul se manejaba en dos fases: un 4-3-3 clásica para atacar, con línea de dos centrales más dos laterales, un mediocentro, dos interiores, dos jugadores en banda y un centro delantero. El plan en esta situación era avanzar en bloque mediante juego posicional para dar tiempo a las incorporaciones de los interiores o poder buscar a los hombres de banda y que colgaran la pelota al centro. A pesar de que los laterales no se incorporaban mucho, si buscaban cargar el área para los remates, metiendo al delantero, los volantes y el extremo contrario a la jugada.

Defensivamente, el equipo se manejó en un 4-1-4-1, con el mediocentro por delante de centrales y los mediocampistas formando la segunda línea de cuatro. Buscaban esperar abajo al León para cerrar espacios y agredían al poseedor cuando cruzaba de la línea de mediocampo. Otra característica fue el ancho que le dieron a su cuadro. En general, dejaban espacio en las bandas a fin de solidificar el carril central.

En suma, un sistema parecido al del cuadro local.

Club León

La fiera salió con once de gala, 4-3-3 (4-1-4-1) donde la novedad fue Burdisso como central izquierdo en lugar de Nacho. Así, la alineación fue Navarro-Diego-Guillermo-Efraín, Gallo-Chapo-Gullit, Burbano-Elías-Boselli. Al tradicional plan leonés se sumó la variedad en ataque, centros, basculación para encontrar fisuras y el ataque por el carril central, de un Peña muy inspirado.

Pero ahora sí se volvió a poner mucho énfasis en fase defensiva. Elías y Burbano cuidaron mucho de bajar hasta estar como dobles laterales, permitiendo a Navarro y Velarde acercarse a los centrales. Por su parte Montes también cuido mucho de cerrar el centro del campo y no fue raro verlo en acciones dentro del área.

El partido

Cruz Azul arrancó tratando de hacer amplio el juego en ataque, buscando las bandas o disparos lejanos. Daba la impresión de que trataba de hacerse notar como favorito.

La Fiera comenzó a buscar arriba a su rival, aprovechando que la lentitud de Cruz Azul para atacar le daba tiempo a replegar. La insistencia de los extremos le permitió llegar por las bandas, ya que la máquina cerraba el carril central y apretaba cuando se llegaba a su campo.

Ante el cerrojo azul, los locales bascularon la pelota con paciencia, evitando arriesgarla y tratando de encontrar opciones de pase interior. El aporte de Elías y principalmente Burbano fue clave para conseguir buenos pases en el centro del campo.

A pesar de que Cruz Azul se esforzaba en tener varios rematadores en el área, conseguían replegar a tiempo. Eso no evitó un gran gol leonés. Tras saque de esquina, recuperaron la pelota, Boselli esperó a que se aclarara el panorama y comenzó la salida. El Club León logró hacer que la pelota cruzara mediocampo y llegara al extremo derecho. Ahí Burbano llegó para fijar al lateral y Elías atacó el área, donde Peña pudo combinar con el mientras Boselli fijaba a los centrales y Velarde al lateral contrario. Finalmente, Peña sacó al portero y marcó.

El Club León tiene una virtud muy definida, la salida limpia bajo presión. El impulso natural de Cruz Azul de apretar cuando le marcaron contó con la respuesta de Burdisso, Gallo, Montes, Elías y Burbano en la salida. Así, a la media hora Cruz Azul había adelantado líneas unos metros pero no se notaba. El ritmo del encuentro era bajo y las actuaciones de Burdisso y Yarbrough apagaban los pocos fuegos que pudiera haber.

Nada más comenzar el segundo tiempo el equipo de Pizzi mató el partido aprovechando el arma que supone Burdisso a balón parado con los buenos lanzadores leoneses, en este caso, Montes. A partir de ahí el partido cayó a un insípido encuentro donde los visitantes hicieron lo que un León calificado a semifinales le dejó.

Conclusión

Para un equipo que busca volver a competir, estar de nuevo en semifinales, sin importar el torneo, es una buena noticia. La lectura es positiva porque se avanza en un torneo que es ensayó de una probable liguilla, se elimina a un equipo de tradición pero sobretodo, se recuperan, aunque imperfectos, mecanismos defensivos que en su día funcionaron.