El escándalo habitual ocasionado por cualquier modificación al sistema de liga mexicano ha tenido esta semana un nuevo capítulo. La regla ahora conocida como el 10/8 supone para muchos la posible llegada en masa de extranjero, fenómeno que actuaría como un tapón para los jóvenes mexicanos que buscan triunfar en primera división.
Aldo Rocha es uno de los jovenes mexicanos asentados en primera división.
Como sucede en la mayoría de ocasiones, el tema es tratado de forma poco profunda y rayando en lo tribunero. Emitir una opinión libre pero sostenida por sólidos cimientos es difícil, porque el tema cuenta de variantes en muchos rincones y en las relaciones con estatutos internacionales como pueden ser la normativa FIFA en el tema de fichajes de menores.
Es menester que seamos conscientes de que el experimento puede salir rematadamente bien o rematadamente mal. España, un país donde es común la jura de la bandera por extranjeros para ocupar plaza de comunitario y liberar espacio a más extranjeros, acumula una reciente racha de campeón de Euro-Mundial-Euro. Su selección sub 17 acaba de ser subcampeona del Europeo correspondiente a su categoría.
Por contraparte tenemos la problemática a la que está sometida actualmente Italia, selección que hace una década se corono campeona del mundo. Este año se vivió un partido de Serie A donde los veintidós iniciales eran no nacidos en la bota. Los resultados internacionales son decadentes y el talento disponible para formar una selección temible es, digamos, escaso. Peor que otros años.
El problema del debate en nuestro país es que no deberíamos discutir sobre que tanto perjudica a los jóvenes mexicanos y a la selección la medida. Debemos discutir sobre qué medidas garantizarían que los extranjeros que lleguen a México tengan calidad suficiente. Inglaterra mantiene normas pensadas para prevenir que se convierta en un negocio lejos de primar calidad.
Pero además debemos preguntarnos, las reglas de límite de extranjeros, como la 20/11, ¿Fortalecieron las canteas mexicanas? ¿Todos los clubes, obligados o impulsados por dicha norma, trabajaron al máximo sus canteras? La realidad es que dependió de la voluntad de cada club. Guadalajara y Pachuca los más evidentes, y equipos hubo que literalmente dejaron pasar el tiempo.
El tiempo dirá que sucede con la aplicación de la norma. Pero hay varias maneras de tapar el progreso de un joven. Torrado u Óscar Pérez no están obligados a retirarse, pero su presencia confirma que sus clubes no confían o no encuentran jóvenes para su posición. Por ahora, más que posibilitar a los equipos mexicanos para competir en torneos internacionales, la medida parece beneficiar el negocio eterno de los promotores.
Son nuevos tiempos y habrá que adaptarse. Si la medida acerca la cultura futbolística mexicana a la de países como España, será un gran éxito. Guadalajara, por ejemplo, puede encontrar un mercado de mexicanos que sobran en sus clubes. O potenciar su cantera. Depende de cómo se ve el vaso, medio lleno o medio vacío. Precisamente se trata de utilizar razones lógicas para valorar el suceso que supone la regla 10/8.
Por Danilo Alberto Cruz.
