La convocatoria de una selección nacional es uno de los temas más subjetivos que existen dentro del fútbol. Nunca quedaran contentos los aficionados, los críticos ni los jugadores. Existe un delicado balance, que debe ser cuidado con esmero por el seleccionador en turno, compuesto por aristas tan diferentes que van desde el estado de forma actual continuidad del jugador hasta el porcentaje de adaptación de un individuo al sistema particular que tiene el entrenador nacional en mente y, digámoslo a rajatabla, si le cae bien o no, si congenian.
Agreguemos también que el número de posibles seleccionados es muy grande, que se deben tomar en cuenta la edad del jugador, la experiencia, el tipo de rival y encuentro que se vienen… el ejemplo perfecto lo dan Guillermo Ochoa y José Rivas. El arquero fue un asiduo de la portería nacional, viviendo hasta la fecha de su explosión como joven guardameta del Club América pero cuya situación actual hacía su convocatoria insostenible. A pesar de ello, recién el “Tuca” lo deja fuera, evidentemente, al no tener ningún lazo para considerarlo. Pero la convocatoria de Rivas, uno de los eslabones débiles de Tigres en la Copa Libertadores, obedece ciertamente a factores diferentes al rendimiento, como pueden ser la confianza o adaptación al sistema de Ricardo.
Entonces, ¿Cómo analizamos la convocatoria de Vázquez y Peña a la selección, y la no convocatoria de Montes y Elías? Es un asunto delicado, subjetivo, como dijimos más arriba, pero del que en ningún momento podemos hablar de injusticia. El seleccionador puede hacer lo que le dé su gana, porque en sus manos está tomar decisiones para llevar a un equipo sin mucho ritmo a ganar partidos de gran trascendencia. Es su derecho.
Entrando ya en materia, el esquema que podrá manejar Ferretti es el 4-4-2 o bien, el 5-3-2 más cercano a lo que practicó Miguel Herrera en su etapa como seleccionador. Lo innegociable son los dos delanteros, pero el esquema variará al parecer según la magnitud del rival. Estados Unidos no es Argentina, claramente, pero su nivel puede ser ligeramente superior al mexicano, colectivamente hablando, y por la importancia del partido es duda el parado que sacará Ferretti. Ahora, vayamos a lo que nos importa.
Los no seleccionados
El tema no debe ser fácil de digerir, ni para un Luis Montes que ya se lo esperaba, ni para un Elías que estaba muy ilusionado con la posibilidad. Ambos son víctimas de la crueldad publicitaria que indica dar listas con más jugadores de los que se va a llamar. Pero ambos son víctimas de las circunstancias.
En particular del Chapo se habla de un bajo nivel de juego. Pero nadie se ha detenido a pensar en la posibilidad de que el cambio de rol sea parte o motivo de ello. Luis ha vivido cada vez más lejos de la banda derecha, desde conquistó la Liga MX. Se asentó en un rol de interior izquierdo que le permitía atacar la banda y los espacios, como en sus inicios en Pachuca o la liguilla del bicampeonato. Su mejor fútbol implica tener la jugada de cara, pero al inicio de la temporada su rol en ataque fue próximo al de un enganche, algo para que muchos le viéramos sobradas condiciones. Sin embargo, recibir pases fuertes estando de espaldas y rodeado de rivales, tener menos tiempo para decidir el pase y estar sometido a un contexto muy ríspido limitaron su juego, que venía tocado de lesiones. Incluso, por lo mismo, se perdió una reciente convocatoria.
El caso de Elías puede parecer más extraño. Desde ya decimos que hablamos del lugar de Carlos Esquivel. De los mediocampistas mexicanos el que tiene un desborde más efectivo es Aquino, pero necesita de velocidad y un cierto espacio. Ciertamente, no maneja la posible pausa que requiere el fútbol moderno. Elías queda como único representante del desborde hacia afuera y con capacidad de colocar centros precisos en jugada o a balón parado. Su no convocatoria jugando con dos delanteros huele a desperdicio. No hablamos de su estado de forma actual, que es muy alto, sino de que efectivamente Elías puede sumar registros a la selección. Mientras más puntos domines con tus futbolistas, mejor.
Lo que verdaderamente jugó en contra de ambos (Montes y Elías) fue que el modo en que juega León ahora llega tarde en relación a esta convocatoria. Ahora que contra América se utilizó un juego donde importaba más la circulación y el dominio de pelota, Montes y Elías brillaron mucho. Tres partidos más como ese, con un sistema de juego que los potenciaba y hoy serían fijos del equipo nacional.
Los seleccionados
De Vázquez dejaré un texto del partido contra Argentina. Esperando que quede claro su importancia de ser el único mediocentro defensivo mexicano de nivel.
“Contra la Argentina, la selección mexicana utilizó un plan de contención y salida rápida. Se armó con dos delanteros rematadores y dos interiores ofensivos de buena pegada y que combinaban pase y conducción. Recuperar la pelota y salir rápido, de preferencia encontrando directamente a los delanteros.
El parado táctico y el rol que le dio Ferretti, evitó que el Gallo participara en la toma de decisiones con la pelota y en la construcción de juego. Esto le permitió centrarse totalmente en labores de recuperación y defensa. Si Mascherano, el mediocentro posicional argentino recibía en su campo de espaldas, allá picaba Vázquez y lo mordía, lo presionaba. Si Masche recibía con México defendiendo cerca de su área, Gallo saltaba y le evitaba disparar o el pase directo. En las contras argentinas trató de ir a ahogar a la banda la jugada, pero los albicelestes salían fácil y dejaba descuidado el centro. Fue su único defecto.
Pero el Gallo fue extraordinario porque, abandonado en la contención, no se volvió loco tratando de derribar a Messi. Vázquez se colocó bien y obligo a buscar el pase en vez del desborde. Los pases de Messi son buenos, pero sin un receptor a la izquierda de la jugada, tiró al frente, donde sus compañeros no se acercaban a su nivel. Es mejor cien veces que Messi no sea el que define y que no enfile a puerta, porque por más que sus compañeros sean mejores, no son Messi. Ahí estuvo el partidazo del Gallo”.
De Peña diremos que de los interiores mexicanos (Guardado, Herrera y Dos Santos) es el único que no podría manejarse como mediocentro posicional, pero también el único Box to box de la plantilla. Puede acompañar en un doble pivote defensivo, pero con libertad de volar estará un segundo en su área y otro en la del contrario. Si bien su actual rol le libera en cierto modo de labores defensivas, por condiciones físicas y capacidad de lucha puede ser tomado en cuenta para nivelar la recuperación de la pelota. En un 4-4-2 como acompañante de Vázquez o en un 5-3-2 tiene lugar. Aunque lo más probable es que se quede en la banca, tendría más posibilidades en un 4-4-2 donde Guardado tomara la banda que en un 5-3-2 donde los interiores serían, seguramente, el mencionado Andrés y Héctor Herrera. Pero en el caso de Peña se queda por lo mismo que Elías debería estar: su aporte difiere del de sus compañeros, y eso es positivo.
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