Jorge Enríquez
Nombre: Jorge Enríquez García “Chatón”
Fecha de nacimiento: 8 de enero de 1991
Estatura: 1,91 metros
Peso: 75 kg
Posición: mediocentro defensivo
Debutó en el año 2010 con Chivas de Guadalajara, su club de formación y del que viene al Club León cinco años después.
Jorge Enríquez viene a ser uno de los jugadores diferentes de los últimos años del fútbol mexicano. Un mediocampista que se diferencia inmediatamente de sus compañeros por aspectos tácticos y físicos. Forma parte de una generación que encadenó éxitos internacionales en una racha muy positiva del fútbol mexicano que incluyó la medalla de oro de los JJOO de Londres 2012 y el campeonato del Torneo Esperanzas de Toulon.
Características Físicas
Destaca de inmediato por su estatura, 1, 91 metros que lo hacen fácilmente identificable en una liga y un país cuyos jugadores no destacan especialmente por su promedio de centímetros. De su tamaño descienden una serie de características: zancada larga, facilidad para defender y ganar posiciones usando el cuerpo y alcance para tratar de recuperar la pelota. Al inicio era algo espigado, pero ha ganado masa muscular y presencia, lo que en el cuerpo a cuerpo le da ventaja, a la hora de recuperar la pelota puede cargar a su adversario el peso y soportar el hombro.
Hablamos de un jugador que no es veloz, pero cuya resistencia está a toda prueba. Su zancada es larga, pero no rápida. Desde sus inicios, Enríquez está acostumbrado a moverse durante noventa minutos. Un no parar que es básico en el fútbol actual. Durante todo el encuentro puede mantener un trote corto que le sirve para estar cerca de la jugada o donde esta lo requiera. Se trata de un jugador de alta resistencia en una posición que exige un alto desgaste físico. La nota negativa es su balance: un jugador habilidoso puede hacerlo incluso perder pie.
Aspectos técnicos
Enríquez tiene el conocimiento de jugar en la base de la jugada y eso significa que está acostumbrado no sólo a recibir presión, sino también a enfrentar a dos o más jugadores en situación delicada. En la salida de balón se nota que tiene calidad para efectuar primeros movimientos que requieran superar rivales con conducción, cambio de dirección y proteger la pelota con el cuerpo. Sus recepciones son correctas y sus pases cortos eficientes. Sin embargo, la condicione para su buen accionar es que la pelota sea rasa. Balones botando o a media altura le cuestan trabajo para dominarlos o conectar con compañeros.
Algo parecido pasa con sus disparos, tiene buen sentido para enviarlos a portería pero no es el más preciso en pases largos o centros largos. De igual forma los pases entre líneas no son su fuerte.
Técnica y físico: Juego aéreo
Enríquez destaca en la faceta de juego aéreo, principalmente en jugadas ofensivas. Sumada a su estatura, tiene buena capacidad de salto. Por corpulencia además suele ganar la posición. Si a eso sumamos que tiene buena técnica de remate, nos quedamos con un jugador básico para jugadas de estrategia.
Hablamos de un jugador cuya efectividad, eso sí, depende del trabajo de su entrenador. Chatón gana la posición por presencia más que por salto e instinto, no está en el grupo de aquellos a los que les cae la pelota casi milagrosamente. Tampoco está en los que tienen la habilidad de ir a buscarla. Tienen que enviársela, pero si aciertan, es un seguro de cabeceo. De ahí que sus jugadas maestras son dos: la peinada a primer palo y el remate frontal. En el primero, que fue clave para ganar una medalla de oro, es imparable, Simplemente, hay una columna que sí o sí va a prolongar la pelota desde el primer palo. En el segundo, depende de que sus compañeros lo encuentren con precisión, pero es una habilidad perfecta para situaciones desesperadas: merodeando el área como un delantero más puede rematar lejos del área chica y gracias a su técnica de cabeceo, basada en colocar la pelota, es una amenaza constante.
Enríquez tácticamente
La posición de partida de Jorge es mediocentro defensivo o contención. Su principal virtud es, a mi juicio, la de dar salida a un equipo y continuidad a su jugada. No es que tenga la virtud de excelencia y construcción en un primer pase, pero sí que puede comandar el avance inicial en contextos tan diferentes como recibir una presión alta o enfrentar un equipo repliegue. Y más importante, gracias a su movilidad puede acompañar la jugada brindando apoyos para que la progresión sea constante. Su virtud recuperadora le viene de sus capacidades físicas, pero no destaca especialmente por su colocación.
Pero Enríquez destaca también en una faceta: puede ocupar y aportar en todo el carril central. Se puede incrustar entre centrales y no desentonar, de hecho ya ha sido defensor central porque reúne condiciones muy valiosas para ello. Puede avanzar de pivote y ser el contención del equipo como apaga fuegos interior. Si el equipo va muy arriba, ejerce incluso como interior y pisa terrenos de segunda punta, donde puede balancear la pelota o entrar como rematador.
Chatón en el esquema de Pizzi
Llegados a este punto, cabe preguntarnos qué utilidad le dará Pizzi. Una cosa es lo que deseamos los aficionados en nuestras imaginaciones de cómo debe jugar el equipo y otra lo más probable según lo que hemos visto hasta ahora del Club León. La principal pieza del puzle es la partida de Carlos Peña. Queda un hueco en el centro del campo-tres cuartos-zona de definición. Eso no significa que el cambio sea Peña por Jorge, porque son jugadores diferentes, pero sí que el más prometedor para empezar a llenar el hueco sea el ex de Chivas. Así pues, se me ocurren tres posibilidades, en orden de más improbable a menos probable:
Como mediocentro defensivo: Es la posición natural de Jorge y donde suele acoplarse mejor. Lo incitan a ello la cuestión de que Pizzi lleva más tiempo soltando a Vázquez como interior derecho, con tendencia a caer a la banda en ataque, donde el mismo Gallo podría cubrir la espalda del lateral derecho. Así se minimizaría el tiempo de adaptación apostando a lo seguro, se permite a Vázquez dar el que al parecer es el siguiente paso natural de su progresión y se gana presencia en una zona crucial en la transición defensiva del equipo.
Como interior. La opción sería que ocupe el lugar de Peña. La diferencia se notaría sobre todo en la verticalidad del Gullit por la horizontalidad de Jorge. Las progresiones se harían más seguros y el repliegue más sólido. Montes podría seguir como interior derecho o pasa a la izquierda o a banda. Enríquez podría compensar la presencia de Peña en las tres zonas del campo gracias a su capacidad de box to box en un estilo más conservador que el de Carlos. Está opción me parece la que más beneficiaría a Jorge, pero conlleva el riesgo de que la sensible comparación con Gullit se vuelva presión innecesaria.
Como elemento en una línea de tres. Su estatura, experiencia como central y capacidad para jugar con presión del equipo rival y dar salida le hacen una opción para la línea de tres, si Pizzi decidiera volver a experimentar con ella. Es la menos probable, entre Chispa, Diego, Guillermo e Ignacio, centrales no faltan.
¿Por qué tener fe en Jorge Enríquez?
Se trata de uno de los jóvenes más prometedores de la generación entre campeones sub 17 (Perú 2005-México 2011). Sus capacidades son únicas en la Liga MX, y podemos decir que su nivel que ha dejado que desear. Como comentaba @FJVaqueiro, su reciente matrimonio supone una dosis de estabilidad. Viene a una ciudad tranquila, donde las tentaciones de Guadalajara son menos y el compañerismo mucho más sano. Y el bajón de reflectores será importante porque la presión de estar en un equipo vigilado con lupa y que pelea el descenso le dejará libertad y descanso mental. Por ahora ha demostrado ganas y voluntad de venir y eso es un gran primer paso. Todo depende ahora de si quiere materializar el destino al que está llamado. Después de todo, no hay brasileño en la historia que tenga una medalla de oro por jugar fútbol. Y a pesar de ello, nunca ha ganado la Liga MX. Es una oportunidad de oro.
