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: Donde no llegue tu talento… : Nacho de corazón :

nacho de corazon

Suele atribuírsele a Carles Puyol, legendario defensa del FC Barcelona, la siguiente frase: “Donde no llegue tu talento, que lleguen tus huevos”.

Ya por ahí podríamos saber que hablaremos de Nacho González, convertido hoy día en símbolo del Club León. Pertenece a la generación de jugadores que de la liga de ascenso tuvieron una carrera tan meteórica que son ya historia viva del fútbol mexicano. Pasaron de la nada absoluta a la gloria.

No ahondaremos en la carrera de Nacho específicamente, ni pretendo hacer una analogía de su carrera con la de grandes centrales como Carles Puyol. Lo que haremos es tocar el tema de la titularidad en la defensa central de Pizzi ahora que se plantea la cuestión: Burdisso, Novaretti y González se disputan el dominio de dos plazas como defensas centrales.

Perfiles

Quizá haya más similitud entre Diego y Guillermo. Ambos jugadores dan la impresión de ser más técnicos que el mexicano. Particularmente en el caso de Novaretti su técnica individual es sensiblemente superior a la de sus compañeros. Los argentinos posen sensibilidad y velocidad para animarse a intervenir directamente en el centro del campo, unos metros por delante de la defensa, como lo han venido haciendo con Pizzi, respondiendo al perfil que se buscaba con la llegada del malogrado Canuto.

Es evidente que los tres centrales van bien por arriba. Promedian una estatura alrededor de 1,90 m, lo que les otorga una ventaja física. En el caso de Burdisso y Novaretti, son rematadores de alto nivel, capaces de imprimir dirección a su cabezazo desde varias posiciones dentro del área y destacan en la intuición de “donde va a caer la pelota”. Nacho, por su parte, pertenece a la escuela del cabezazo limpio y contundente. Su jugada en saques de esquina al corazón del área es simplemente imparable. Sin embargo, en este aspecto Novaretti pierde cuando se trata de defender. A Diego se le dificulta seguir la marca y defender dentro del área en balones colgados. Nacho es un experto en defender dentro del área en situaciones de presión. Burdisso es un líder de la zaga y controla zonas dentro del área.

Empiezan las dificultades cuando hablamos de espacios abiertos. Desde tiempos de Matosas, el equipo suele dejar mucho espacio libre, sobre todo cuando va abajo en el marcador. Actualmente, el aporte ofensivo de Fer Navarro en la derecha se suele saldar con una sangría cuando el rival lo aprovecha. En estas circunstancias el que más sufre es Nacho.  Un rival con espacio, la pelota y un compañero lo pasará seguramente. Peor aún, si le superan en la carrera Nacho seguramente no podrá llegar. Esto para un  equipo propositivo, como lo es el Club León, es un problema. Burdisso tampoco canta mal las rancheras. A pesar de su colocación táctica, su pasado como lateral y jerarquía las ha pasado verde para cubrir la espalda de Navarro. De hecho, cuando un jugador veloz lo atacó directamente (Cuero con Morelia) terminó expulsado. Novaretti por su parte tiene una velocidad sorprendente y mucha serenidad en esas ocasiones. Además es un zorro viejo, colársela es bastante difícil.

Hay algo en lo que Nacho supera claramente a ambos: La capacidad de ir a banda a cortar la jugada. En eso Nacho llega por voluntad. Se lanza sin dudar y llega barriéndose a sacar la pelota. Siempre. Una virtud buena cuando buscan lanzar a la espalda de tu lateral.

El tema más doloroso para Nacho: la salida del balón. El aporte del tapatío se queda lejos de los argentinos. Diego es un jugador que puede conducir, incluso combinar en medio campo y prestar apoyos. Una salida del balón combinativa, con cadenas de pase es un seguro con él. Burdisso es un maestro de la conducción y dejada. La lleva tranquilo, como si fuese a un día de campo. Podría llegar a la otra línea si nadie le sale. Pero si le presionan deja la pelota en el compañero libre. Ambos intentan de vez en cuando el trazo largo, con menos éxito que Márquez, hay que decirlo. Y Nacho es de la doctrina del pelotazo, aunque su nivel de confianza le permite intentar salir en conducción de vez en cuando.

Variantes tácticas

Tener tres centrales que por talento, esfuerzo y trayectoria pueden ser titulares nunca es un problema. En el caso que nos ocupa, menos, pues ninguno tiene antecedentes de dar problemas de carácter a su técnico. De hecho, están en madurez.

Novaretti sería el “comodín”. Como apuntamos anteriormente, su nivel le permite ser considerado como mediocentro. Es emocionante pensar en su inclusión en el mediocampo como variante o ser ese cambio de Pizzi en el que siempre entra Rocha.

Pizzi ya ha manejado la línea de tres, pero si lo vuelve hacer sigue habiendo “problema”: Se suma Efraín Velarde como competidor. Y además es zurdo.

Si el Club León sale a buscar un resultado desesperado y jugar lejos de puerta, lo natural sería contar con los argentinos, pensando en espacios abiertos. Pero aquí es donde entra la frase que abrió el artículo. Nacho es un seguro en momentos críticos, corazón, está marcado por el destino. En el fútbol eso cuenta y pesa demasiado.

“Mezclar es bueno”

Decíamos que los argentinos son más parecidos entre sí que con Nacho. Precisamente en el fútbol es mejor mezclar. Dos delanteros “9” se suelen estorbar y lo mejor es usarlos en determinados contextos. Por ejemplo, rarísimo que Sabah y Boselli inicien juntos un partido.

En ese aspecto la suma de Diego-Guille + Nacho nos da: defensa aérea, salida de balón, salida a cortar a banda, salir al centro a cortar y apoyar, garra, coraje, jerarquía, serenidad y amenaza aérea.

Probablemente Nacho viva su temporada más complicado. O no. Pero si no alcanza con su talento a Burdisso y Novaretti, lo hará con voluntad.

En twitter, @Akelandos.