El Club León llegaba como favorito a su cita de la décima jornada frente al Querétaro del siempre combativo Vucetich. Claramente, y a pesar de las diferencias en la tabla, el Rey Midas no es un hombre de quien se pueda fiar uno. Planteó un partido magnífico y aprovecho que el efectivo sistema leonés pasa a ser delicado cuando alguna pieza no está al cien por ciento. Como un efecto dominó, la caída de una ficha hace el problema más grande y Pizzi no logró detener la cascada de catástrofes. Antes de continuar, recordemos que aquí analizamos lo sucedido, no buscamos culpables. Hablamos de agua pasada.
Club Querétaro
Vucetich aprovecho una fuente de motivación que supone jugar de local, enfrentar al líder general y rival más cercano de la primera división, con lo que eso implica. No es un clásico, claramente, pero sí uno de las fechas marcados con rojo en el calendario. En el campo había once soldados de Vuce.
Querétaro formó con cuatro defensas, dos centrales más dos laterales que ganaban altura, en especial el derecho, doble pivote, claramente con funciones divididas en cuanto a elaboración y recuperación (Osuna era el que bajaba a recibir entre centrales y Tiago apoyaba a recuperar o como opción de pase), tres jugadores entre líneas, como receptores y en tres cuartos, de los cuales Danilinho era el más libre, aunque mostraba su preferencia a acercarse a las bandas. El ariete del equipo, Villa, era el encargado de dar efectividad el ataque, el último paso en decisiones ofensivas del equipo. Tuvo una gran noche. En ataque, los Gallos dejaban la salida a Osuna, quien buscaba la opción de pase entre los laterales y detrás del nueve. Avanzando con confianza esperaban a superar la línea del mediocampo leonés, donde Danilinho ponía electricidad o sus compañeros combinaban bien y rápido para buscar posiciones de remate frontal.
Me gustó, sin embargo, aún más lo que hicieron los Gallos sin pelota. Llenos de convicción aplicaron dos fases defensivas. Sabedores de que el Club León no le hace feo a tratar de salir jugando, ejercieron una presión sistemática que obligo a los verdes a salir por la izquierda, su lado débil. Ahí ejercieron presión para empujar a Nacho y Velarde contra la banda y ahogar esa salida.
Si León encontraba la manera de salir limpiamente, por ejemplo saliendo por la otra banda con Burdisso o con el activo Montes que estuvo jugando mucho tiempo como mediocentro, entonces Querétaro empezaba el pan B. El primer paso era encerrar a Boselli en una jaula de cuatro jugadores: los dos centrales y los dos contenciones queretenses. No tanto porque Boselli sea un jugador de conducción, o regate o disparo lejano, sino porque anulaban la salida directa de La Fiera con Boselli (Ahondaremos en el tema más adelante). El segundo paso era cerrar el carril central a Peña y quien quisiera pasar por ahí. El trabajo de los tres “mediapuntas” fue fundamental porque evitar las recepciones de los leoneses en esa zona, si lo lograban ejercían una presión muy agresiva, al límite sobre ellos. La consecuencia fue que, entre que blindaron adentro y liberaron las bandas, el Club León se vio empujado hacia afuera. Ahí los laterales estuvieron atentos a los servicios.
Club León
Los esmeraldas volvieron a salir sin la convicción del repliegue bajo. Nuevamente trataron de buscar arriba al rival, pero la línea defensiva tratando de que no le ganaran la espalda. Sin embargo, nunca se preocuparon de presionar al receptor rival y eso dio tiempo a que éste pudiera pensar los pases.
Esa falta de convicción se tradujo en muchas recepciones entre líneas, con lo que los defensas fueron atacados directamente y sacados de posición. Si bien a la hora de defender León sufría y para atacar se bloqueaba su arma más poderosa, Elías y Burbano acudieron al rescate. Acudieron muy abajo para sacar la pelota recorriendo la banda y estuvieron abiertos y atentos para dar la opción a Montes y Vázquez de ir a la banda. Su insistencia por ir de fuera hacia adentro no encontró respuesta, sobre todo en el Piri, que logró entrar varias veces al área.
A pesar del regreso de Navarro a la banda derecha, la verdadera novedad fue que, ahora sí, Montes se acercó mucho a la base para hacerse cargo de buscar a sus compañeros. En esa posición de mediocentro fue escoltado por Vázquez, que se corría a la derecha, donde mejor rinde cuando sale del círculo central. Por lo demás no ahondaremos en mecanismos que ya conocemos de otros análisis.
El Partido
Los de Pizzi fueron arriba a buscar a los gallos, pero tras un par de malos momentos decidieron recular. Entonces Osuna, que no estaba vigilado, comenzó a llevar la pelota y buscar a sus compañeros al frente. Los locales comenzaron a hilvanar y acercarse a la puerta del Club León, terminando sus jugadas y de lo contrario, ejerciendo una presión contra la banda para recuperar o forzar el error.
Cuando León comenzaba a encontrar las bandas para colgar pelotas, ocurrió lo lógico. Una pelota a la espalda de los compadres encontró receptor y Navarro salió precipitadamente, tanto que con un giro lo sacaron de la jugada. Burdisso trató de adelantarse, pero no es lo mismo estar que llegar, y Nacho tuvo otra vez que recorrer por la espalda de Guille para llegar a la derecha, donde entregado, Villa concretó una asistencia.
Tras gol la tónica siguió algunos minutos, pero Montes entró en acción y el equipo comenzó a mejorar. Realizando el papel de Osuna, el “Chapo” empezó jugadas de asociación en la base que encontraban a Burbano y Elías en las bandas y con la posibilidad de ser incisivos. Consiguió acercarse e incluso una seguidilla de saques de esquina donde Villa destacó despejando al primer palo, evitando así el movimiento de Peña al primer palo. Los últimos quince minutos del primer tiempo, donde creció León, coincidió además con que Querétaro bajó la presión.
El segundo tiempo comenzó igual y entonces llegó la jugada del partido. La facilidad para llegar desde la banda consiguió que los verdes pisaran dos veces el área, donde le cometieron sendos penales. Se marcó el segundo y Boselli falló la posibilidad del empate. La forma en que el Club León bajó entonces los brazos fue preocupante. Pases errados, pases no recibidos, Peña y Boselli anulados, y en medio de la tormenta, Montes, Vázquez y Burbano luchando como podían. Para colmo Nacho, cuya confianza le permitía incluso sacar la pelota desde atrás, se equivocó en su jugada de huir a la banda y sacarla. Con el dos a cero se acabó el partido, en dos claros errores individuales.
Entonces Pizzi movió ficha y metió a Sabah Y Bueno, quizá intentando reditar la breve y fructífera sociedad Sabah-Bravo, pero esperar resultados en quince minutos era un milagro. Más aún si no estaba Ibarra, de quien más partido podía sacar Marco.
La entrada de López tampoco peso nada, es más, cuando Navarro se pasó por el círculo central casi al final, dejo una actuación sencillamente superior de salida, apoyo y distribución. Lástima que su lugar sea la banda derecha.
Finalmente, Vucetich metió a Benítez para que terminara de desangrar la banda de Navarro y sellar la goleada.
Conclusiones
- Lo que no es Boselli: Hay una cosa que se repite sin cesar, y es lo que se dice de que Boselli es buen poste. Si por eso entendemos que puede bajar un trazo largo y dejarlo de frente a un compañero, siendo así un mecanismo de salida, estamos muy equivocados. Dentro del área, bajando la pelota, es muy bueno, tanto por su talento para conseguir ventaja posicional como su sensibilidad para esos toques. Pero de espaldas, al pelotazo y lejos del área es otra cosa y claramente no es una de sus virtudes. Por eso fue tan importante para Gallos encerrarlo, porque nunca pudo León salir raso y encontrarlo, donde Mauro hace cosas geniales, aguanta la pelota, permite que el equipo salga y luego elige la mejor opción para que todos sigan avanzando. En salida larga quien si demostró ser efectivo fue Sabah, pero hoy día León ya no maneja ese método. Hay otra cosa que tampoco es Mauro: especialista en penales decisivos. Cuando se trata de empatar el marcador desde once pasos, su porcentaje de error es alto. Se trata de un tema en que se deben de tomar decisiones, ya sea para mejorar ese registro o elegir otro cobrador. Muchos hinchas, por ejemplo, sugieren al Gallo.
- El desajuste que provoca sus lagunas defensivas es tremendo. No es ni siquiera una cuestión de posicionamiento, también ha bajado su nivel defensivo. No toma las decisiones adecuadas. La noticia positiva es que si ha bajado ese nivel, es porque lo tuvo y puede volverlo hacer. Por ahora, Magallón es una opción para que Nacho no tenga que ir a cubrir a Burdisso y Navarro, situación en la que es muy propenso a errores.
- Pizzi decía que el resultado era ilógico. No tanto, pero hay que decir que el partido fue mejor que el de Chiapas. La defensa se guardó mucho de abrir la espalda y el funcionamiento, aunque irregular, encontró la manera de dañar al rival. De hecho, el equipo tuvo el momento anímico e importante en el penal errado. Ahora sólo queda aprender y solidificar el sistema defensivo, apretar líneas, concentrarse y seguir adelante. Se viene el América y a esos chavos hay que pedirles que choquen esos 5-1.
Estaré dando los bonus gráficos de esta semana por twitter, @Akelandos.