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Cuartos de final: Club América 4-1 Club León

La liguilla no pudo comenzar peor para el Club León, que cayó derrotado como visitante frente al Club América en la ida de los cuartos de final. Como se hizo costumbre en los últimos partidos de fase regular, el equipo esmeralda fue goleado en terreno ajeno, ahora por cuatro goles a uno y quedo muy tocado de cara a poder calificar a la siguiente fase.

Club América

El equipo de Nacho Ambriz salió con un 4-4-2 asimétrico que bajo ciertas fases podía considerarse 4-3-1-2 o 4-3-3. A su línea de cuatro con dos laterales que no sólo tenían mucho recorrido, sino que en la salida incluso ganaban altura (Paul muchas veces aparecía en posición de extremo para abrir el campo) incorporaba por delante un mediocentro defensivo en el joven Guerrero, Andrade y Sambueza en el papel de interiores y adelante las variables. Arroyo se posicionaba como extremo izquierdo, a pierna cambiada, Mientras que Benedetto y Darwin se repartían el frente de ataque, preferentemente arrancando más escorado a la derecha el colombiano.

América trataba de que sus ataques apareciesen en las conducciones de Rubens y la libertad de movimientos de Andrade, pero su baza fuerte eran las visitas de Benedetto y Darwin a la zona entrelíneas. Pese a la buena labor de Rocha, sus recepciones ahí se hicieron costumbre porque no estaban sino que llegaban. A partir de ahí el enfoque era diferente, Darío tiraba un apoyo para que la jugada prosperase o buscaba disparar y Darwin intentaba conducir y abrir huecos.

Para defender, América intentaba una presión alta en primera fase que buscaba provocar la salida en largo rival, y si eso fallaba, acumulaba gente en bloque bajo para defender a lo ancho del campo.

Club León

La no disponibilidad de Boselli condicionaba todo el planteamiento y metía en un buen problema a Pizzi. Además de la diferencia de calidad entre los demás delanteros de la plantilla, existía el problema de que ninguno estaba en un ritmo competitivo adecuado. Cualquiera que hubiese pasado por la posición hubiese fracasado.

Quedaba el recurso táctico entonces. Una opción era suplir al “9” con dos delanteros o con el más preparado para ello. Pizzi optó por lo segundo y Peña salió de delantero, que no de falso “9”. Así Peña salió a hacer de Boselli mientras Vázquez salió a hacer de Peña. Entonces el equipo se formó en un 4-3-3 con sus tradicionales defensas, Rocha como mediocentro, Montes a la izquierda y Vázquez a la derecha como interiores, Elías por la izquierda y JG por la derecha.

El Club León tenía muy claro donde estaba el partido y armó un bloque que defendiera el espacio pero listo para atacar a los interiores, tanto en fase defensiva como en ataque.

Onces en fase de ataque.

Onces en fase de ataque.

El partido

Ya posicionados ambos equipos, América se topó con el problema de tener jugadores en mediocampo que no eran especialistas. Pese a la madurez de Sambueza y la electricidad de Andrade, Vázquez y Montes conocían mejor la tarea y comenzaron imponer primero sus recuperaciones y luego el ritmo. Como además La Fiera no tenía planeado encerrarse, la manera de atacar de América era salir rápido, porque en sus recuperaciones había varios jugadores verdes cerca. Así, sus contragolpes morían en pies de Aldo Rocha, quien cortaba pases, fungía como ancla para que no se partiera el equipo y ocupaba las posiciones de los laterales cuando no estaban.

La cosa pintaba bien y una buena jugada en la que Montes y Nacho sacaron su aura de liguillas que terminó en gol puso el marcador a favor. La fiera seguía llegando aunque sus extremos en ataque estaban desactivados. Una pelota al poste y un contragolpe en el que se notó la falta de Boselli pudieron poner el marcador a favor por 0-3, pero no sucedió.

Las águilas entendieron que debían mantener más la pelota y comenzaron a activar los espacios entre líneas con Benedetto y Quintero. Las recepciones en esa zona le permitían al conjunto azulcrema avanzar con más elementos, pese a que los visitantes tenían dos contenciones. Aun así el Club América no lograba pisar área, pero a cambio obtuvo dos pelotas paradas que exhibieron a la defensa del Club León e increíblemente los puso arriba por dos goles a uno.

La fiera trató de reaccionar, pero a la hora de construir se hizo evidente que faltaba un Peña que arrastrara la pelota. El delantero se quedó primero sin pelotas que le llegaran, porque no podía bajar, llevarla y auto asistirse. Encima Pizzi había hecho un gran favor a Ambriz poniendo una hora a Elías y JG/Burbano en sus perfiles menos efectivos. El primero tenía su regate desactivado y el segundo no tenía posibilidades de activar espacios jalando hacia adentro su marca o superando por velocidad. Es decir, que la única manera de que Peña tuviese balones, es decir, con centros al área, nunca existió.

Ya con tres a uno y en la segunda parte, Ambriz le hizo un favor a la fiera metiendo a Peralta por Quintero: el mexicano reclama todo el espacio para sí y empuja a Benedetto a las bandas. Eso permitió un respiro pero vino el gran mal de la temporada: jugadores fuera de ritmo.

La salida de Rocha por Bueno reacomodó nombres, siguió el 4-3-3 pero ahora Gallo era Gallo, Peña era Peña y Bueno era Boselli. Pero el joven delantero estaba falto de competición y Yarbrough también, como se vio en el gol de Arroyo. Ibarra parecía lentísimo a falta de partidos jugados y el Club León acudió fiel a su cita de abrirse en canal. La cosa no pasó a mayores, afortunadamente.

Conclusiones

  1. En aquella final que se ganó al América en la ida por 2-0 el América le llegó muchísimo más al León. Pero en aquella ocasión la defensa era uno: defendían a muerte y sacaban balones en la raya. Todos eran héroes, todos estaban en un gran nivel pero además se ensuciaban por el lodo. Yarbrough, Márquez, Nacho, Aris, Magallón. Esa fiabilidad defensiva con la que sacaban pelotas en la raya ya no existe y se notó en los goles de pelota parada.
  2. El equipo realizó una primera media hora excelente, pero ante la adversidad, es un equipo muy endeble mentalmente. Los gestos de Navarro y Peña tras los goles son clarísimos. Decaídos, sin fuerzas unos; otros, como Vázquez, a punto de dar patadas de expulsión.
  3. ¿Alguna vez jugaron un partido muy reñido, con árbitro, y tuvieron nervios de entrar, por temor a hacerlo mal? Y cuando cometes tu primer error, te liberas: sabes que ya hiciste lo que temías hacer y ya no tienes nada que perder. Algo así debe ser el Club León: ya no hay nada que perder y deben salir a cerrar dignamente el torneo.
  4. Por último: Un Club León llegaba destrozado a visitar a Cruz Azul Hidalgo. Necesitaba ganar por 0-3 de visitante. Aquel equipo que no era de los mejores y muy limitado, sacó casta, orgullo y dio la vuelta, llegando a la final del Ascenso. Precedentes hay, como que La Fiera ganó este torneo como local 3-0 al América y ese resultado es lo que se necesita.

CLAVES PARA REMONTAR

  1. Lo primero, llegue o no Boselli es contar con dos puntas. La necesidad de marcar será, evidentemente imperiosa. No es lo mismo jugar un partido de liga por puntos y ganar 3-0 que enfrentarte a un rival que sabe que debe evitar ese marcador. Si juega Mauro, la necesidad de ser marcado le dejará ventaja y libertad de maniobra a su compañero. De no ser así, con más razón dos delanteros deberán jugar para tratar de suplir el aporte del argentino. Finalmente, al ser dos los centrales americanistas, podrán enfocarse en tapar su salida y estarán en perpetuo mano a mano.
  2. Peña debe ser interior. A pesar de sus sobradas capacidades para pisar área, Peña no debe salir como delantero nominal. El principal problema es que se corta una vía muy directa para que lleguen balones a los delanteros. En segundo lugar, su capacidad de llegar puede provocar que en ciertos momentos La Fiera tenga tres rematadores dentro del área rival.
  3. Burbano y Elías, donde siempre. Si América trata de esperar atrás, el desborde de Elías contra Samudio valdrá oro. El lateral paraguayo no es nada paciente y puede ser incluso amonestado, ganando de paso faltas muy peligrosas y orientadas contra segundo palo, que dañan mucho al Águila. Del otro lado Burbano ya sabe hacer bailar a Aguilar, y su velocidad puede explotar sus movimientos al frente. Para que todo esto funcione, Pizzi debe dejarse de innovar y usarlos como toda la temporada.
  4. Vázquez y Montes. Primero, Gallo debe anclarse como lo hizo Rocha. Ser muy prudente a la hora de atacar y estar atento a cortar por dentro y suplir laterales. Montes debe ser el jugador que retenga la pelota en campo contrario, se asocie y filtre balones aéreos, además de disparar.
  5. Velarde, equilibrar. Navarro no está defendiendo. Por otro lado, Chispa dio su partido más decente el miércoles. Una medida fundamental para que América no mate el partido será que Chispa mida mucho sus subidas para mantener el equilibrio y liberar así a Navarro, quien si no ataca como sabe hacerlo no aporta mucho al equipo.
  6. Burdisso debe olvidarse de sus problemas físicos. Y volver a ser el que era. Debe confiar en sí mismo y salir a cortar las recepciones americanistas entre líneas. Si lo logra, el visitante no tendrá continuidad de juego y se recuperará la pelota más rápido. Pero además LEÓN DEBE SACAR LA PELOTA POR LA DERECHA, para evitar el pelotazo de Nacho, y Burdisso debe dar un paso al frente y pedir la responsabilidad de dar el primer pase, hacer la primer conducción.

Si ponemos atención, nos damos cuenta de que Pizzi en caso de emplear dos delanteros deberá prescindir de un jugador o ajustar una posición. Está en sus manos. No se puede tener todo, pero si aplicar el ingenio a la táctica. ¡Ánimo, PIZZI!

Se podrá remontar o no, pero lo que está en manos del Club León es hacer un partidazo y morir con honor, gloria y orgullo. #FIERAHASTALAMUERTE #SOÑANDOCONLAOCTAVA