Por: Alex Ramírez
La tercera es la vencida, y como las buenas sagas esta también completará su trilogía.
En las pasadas dos ediciones hemos tratado de descubrir ¿Qué nos pasó?. Y la realidad es que no existe un solo culpable.
La institución verdiblanca ha caído en un círculo vicioso, pareciera perdió la autocrítica, lejos de aprender sobre los errores, se repiten. Jugadores impuestos, técnicos que venden “espejitos”. Se busca «jugar bonito» y buenos resultados , desafortunadamente el equipo se encuentra demasiado lejos de ambos aspectos hoy en día . Los números son fríos y no mienten.
Está por terminar uno de los torneos mas decepcionantes en todos los sentidos para el conjunto esmeralda. No hay un estilo definido, se juega a no perder y justo eso termina pasando.
Restando dos fechas por jugarse en el campeonato mexicano, no se ven síntomas de mejoría, al contrario.
Ya descubrimos algunos factores de la declive esmeralda, ahora toca analizar lo único contundente e importante: Los resultados.
En el campeonato local, hace tiempo que andamos de capa caída. Durante los últimos 5 años unicamente se han obtenido 4 apariciones en liguilla, de las cuales en un par de apariciones fueron eliminados en cuartos, una final perdida y un campeonato. Eso sin contar las múltiples eliminaciones en repechaje (hoy play-in).
Un equipo exitóso no se hace de la noche a la mañana. Tal como lo mencionamos en la columna pasada: “Cuando llega un éxito deportivo, debe mejorarse el proyecto para partir con una base que te permita mejorar lo ya conseguido. No desfondar tu base e intentar los mismos resultados, pues si se realiza de esta manera los números comienzan a ser negativos”….
Dicen por ahí “Si te compran venden” y León lo ha seguido al pie de la letra, pero pareciera se ha abusado un poco, pues si quieren adquirir tus mayores activos significa que tienen calidad de sobra, algo no muy común en el mercado nacional.
Nadie sabe para quien trabaja, y la directiva esmeralda tiene tiempo haciendo el trabajo sucio (scouting, adaptación al balompié mexicano), cuando están en un nivel considerable terminan por vender. No solo siginifca debilitar tus filas, si no fortalecer las del enemigo.
Es su negocio y su dinero , eso ya lo sabemos pero no solo es llenar las arcas. Se debe contrarestar de forma correcta tus bajas, cosa que no sucede, simplemente se improvisa con lo que queda en la plantilla o lo que llega no te ofrece ni mínima semejanza a lo que se fue.
Tambien existe el caso de elementos que ellos mismos buscan su salida. La política del “Presi” en ese aspecto ya la conocemos: “La puerta esta abierta”. Sin embargo, valdría la pena analizar el motivo de estos escenarios pues cada vez suceden mas a menudo.
Los argumentos para buscar convencer al jugador de quedarse o venir deberían ser un proyecto sólido, tanto deportivo como de vida. En lo deportivo se tiene como carta de negociación “la esmeralda” y un mundial de clubes, pero pareciera ya no ser suficiente.
Como proyecto de vida , si bien no depende de la directiva, la creciente ola de inseguridad no ayuda mucho.
Recordemos algunas de las últimas bajas mas sensibles para la institución ya sea por venta o por decisión del jugador, las cuales no han logrado ser cubiertas con éxito y su destino:
Cambios sin sentido dentro de la plantilla no benefician a los éxitos deportivos, jugadores que no quieren estar, jugadores “becados”, vacas sagradas de +30 años.
La carencia de buenos resultados, se debe a múltiples factores que hemos desglosado en esta trilogía: Búsqueda de un buen proyecto deportivo, errores en contrataciones, y falta de continuidad cuando se encuentra “el hilo rojo”.
Habrá que tener mas paciencia pues, a corto plazo lucen otros retos para la directiva y sin duda les darán prioridad tales como multipropiedad, contrato de tv, remodelación del estadio, proyecto de grupo en Oviedo, etc… Pero esos puntos los iremos descifrando de a poco.
