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: FANTASMAS : CRUZ AZUL 2-0 LEON :

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El Club León perdió el invicto que mantenía en cuatro partidos de la presente temporada y lo hizo reavivando fantasmas de la anterior. No fe solamente la derrota, que naturalmente habría de llegar algún día, sino el descenso claro en el nivel que venía mostrando lo que preocupa a los aficionados. Lo más complicado es buscar la explicación a un equipo que simplemente no compitió.

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El rival
Cruz Azul se notó muy trabajado y motivado de cara al encuentro. Se basó en aprovechar su condición de local para imponer condiciones y proponer en el partido. De inició, trató de buscar al Club León muy arriba para obligarle a saltar la primera línea e incomodar a sus receptores.

Aunque nominalmente sólo tenía dos hombres de banda, los laterales, Sergio Bueno compensó con ajustes tácticos el ataque. Así, Richard Ruíz, habitual mediocampista, ocupo el lateral derecho y Flavio Santos, de interior izquierdo, formaba un doble lateral con Fausto Pinto. Encomendó entonces su mediocampo a las recuperaciones de Torrado y el juego y visión de Marc Crosas. De esta manera el Chaco, Santos, Silva, Ruíz y Benítez lograron hacer combinaciones en tres cuartos en la que siempre encontraban un hombre libre para centrar o rematar.
Cruz Azul basó su defensa en una agresiva recuperación en el centro del campo y en estar atentos a las jugadas de banda, donde Cata Domínguez hizo un partidazo arreglando los problemas de Pinto.

Club León
El equipo esmeralda salió, ahora sí, con un 4-3-3 más definido. Montes fue interior izquierdo, con lo que Peña quedó más habilitado para llegar a la zona de mediapunta. El Chapo se acercó mucho a Vázquez para organizar. Los laterales esmeraldas fueron claves en el partido, ganando la altura de extremos cuando quedaba espacio, lo cual sucedió frecuentemente porque incluso Burbano y Elías se acercaron a zona de creación. Burdisso siguió jugando muy arriba para cortar contraataques y liberar al Gallo.

Sin embargo, se perdieron varios mecanismos que habían dado éxito. Ignoro las razones de porque Peña ya no llegó como segundo delantero a las jugadas, sé que el centro del campo se debilitó al no poder cerrar Gullit a la derecha de Vázquez en fase defensiva y que Burbano está lejos de su mejor nivel físico.
El partido
De inicio, y aunque Cruz Azul presionó alto, el equipo esmeralda consiguió acercarse y tener una breve fase de dominio. La posición de Peña confundió al mediocampo e hizo dudar a Santos en la cobertura de su lateral y Elías consiguió aprovechar la espalda de Pinto.

Pero fue un espejismo.
El partido se gestó desde los laterales. Cruz Azul los utilizaba para aprovechar la espalda de sus pares leones, y éstos buscaban dar juego interior o suplir la labor de extremos cuando podían. Aparecieron huecos muy grandes y libertad para jugar por dentro.

Jugando en su posición natural, Montes recuperó mucho de su nivel, pero el equipo en general estaba embrollado. Todos querían pisar la zona de Vázquez. En medio de la preocupación por ocupar todas las posiciones del campo, los jugadores esmeraldas comenzaron a perder la pelota primero y a no llegar puntuales a sus citas con la pelota en el pase ni en la recuperación.
Cruz Azul seguía combinando y aprovechando las llegadas de sus laterales para encontrar a sus móviles delanteros a la espalda de la defensa y en eso, llegó el gol. Velarde, que había estado intermitente, acudió a presionar una recepción entre líneas de los locales. Richard Ruíz, atento, salió disparado a atacar el espacio, desde donde pudo llegar a línea final y asistir con un excelente centro.
El gol descontrolo al equipo esmeralda y sus líneas se separaron. De hecho, la recuperación se facilitaba cuando Cruz Azul se demoraba en ataque y daba tiempo a juntarse las líneas esmeraldas. Los jugadores estaban cada vez más estáticos y se mostraban lentos en cuanto conseguían llegar a zona de ¾.
Eso fue el problema también en el segundo tiempo: viejos vicios. León volvió a perder una idea para frenar los contragolpes, los laterales no volvían ni los extremo ni los interiores tapaban y el Gallo iba a la banda incesantemente y los centrales quedaban expuestos. En ataque, Burdisso seguía tratando de subir la altura del equipo en campo rival. Los ataques eran por dentro y sólo por dentro y facilitaron la labor de un equipo muy serio.
Pizzi sacó a Peña, limitado por su amonestación y quedo deshecho el equipo. En medio de la confusión, Nacho fue expuesto una y otra vez. La sobriedad de Martínez salvó al equipo de algo peor.

Conclusiones
Suele decirse en este tipo de situaciones, que ni ayer era el mejor, ni hoy el peor. Ayer era el líder, el mejor, pero no hoy el peor. Hay cuatro partidos que dan una buena base para trabajar. La invaluable lección del partido fue: hay que estar preparado para un plan B. Si Pizzi hubiese ordenado ataques dobles en banda, los laterales azules hubiesen sufrido, por ejemplo.
Quizá todo queda en un punto: carga de partidos por jugar copa y altura de la capital. En ese caso, se explicaría el descenso del nivel del equipo. Es pronto para sacar conclusiones negativas y el balance del equipo es positivo. Aunque siguen aún los fantasmas.