Twitter Feed

EL ORIGEN DEL ANIVERSARIO DEL CLUB LEÓN: 74 AÑOS.

Por: Ricardo Jasso Vivero.

Por tradición, el 20 de agosto se conmemora el aniversario del Club León. Para ser exactos, fue en el mes de mayo de 1944 cuando el conjunto esmeralda disputó su primer partido profesional pero los resultados fueron adversos. Por ello, representa un mayor impacto histórico asociar el nacimiento del equipo con un triunfo que con una derrota. Conozcamos el origen de la emblemática fecha: el debut en Liga Mayor.

MOVIMIENTO CURTIDOR.

En 1920 se estableció el León Atlético pionero en la práctica del futbol de un deporte desconocido en ese entonces en la ciudad de León. A partir de 1922 la fiebre por el futbol se expandió por los barrios de la ciudad con equipos como el Iturbide, Obrero, Aldama y México. El 15 de agosto de 1928 se fundó el club Unión de Curtidores por un grupo de trabajadores que encontraron en el balompié un entretenimiento en sus días de descanso. En 1938 la Selección Vasca base del representativo español visitó México al huir de la guerra civil. Dentro de su gira de partidos optó por disputar un par de encuentros contra Unión de Curtidores. Los vascos causaron sensación por su calidad futbolística con elementos como Gregorio Blasco y Ángel Zubieta. En el parque de beisbol estadio Patria habilitado para futbol se jugaron dos encuentros en días consecutivos (domingo y lunes). El conjunto blanquiazul perdió los dos partidos pero dieron una férrea batalla a su rival. Isidro Lángara era la figura de los vascos y quedó prendado de la velocidad y habilidad del joven extremo derecho Rodolfo Moncada. Los integrantes de la Selección Vasca se quedaron en México e integraron las filas de los equipos capitalinos. Lángara recomendó a Moncada para formar parte del conjunto de Asturias e Isidro fue contratado por el equipo España.

En 1940 la liga de futbol amateur se abrió a la participación de equipos del interior de la república. En 1942 el cuadro del Unión de Curtidores fue la base de la Selección Guanajuato que participó en el Nacional y resultó campeón en Tampico Tamaulipas. El ánimo creció para incorporarse al incipiente profesionalismo. Isidro Lángara animó al jugador y directivo Antonio “Capitán” Morales para solicitar el ingreso al futbol organizado. Junto con Rafael Orozco gestionaron el registro con la condición de contar con una cancha aceptable, reunir al menos 150 socios y constituirse como asociación civil. En 1944, el equipo fue aceptado para participar en la competición de la Copa México con el nombre de UNIÓN-LEÓN.

EL DEBUT PROFESIONAL EN LA COPA.

El 7 de mayo de 1944 en el estadio el “Paradero” de Guadalajara, UNIÓN-LEÓN debutó en el profesionalismo al enfrentar al Atlas en la Copa México que se disputaba previo al inicio de la Liga. Integró el grupo oeste junto a Guadalajara y Atlas.

Foto debut contra Atlas en la copa. Arriba de izq a der:  Antonio “Conrado” Muñiz, Alfonso “Capi” Montemayor, Elpidio “Gringa” Sánchez, Marcial Ortiz, José «Palitos» Ramírez y Duilio Dobles. Abajo: Antonio Campos, José Cortés, Raúl Varela, José “Pirracas” Castellanos y Ricardo “Jijiruje” Ramírez.

La base del equipo fue el Unión de Curtidores y elementos provenientes de la Selección Guanajuato. La base curtidora la encabezaban Elpidio “gringo” Sánchez, Jesús Mendoza “Rivas”, Antonio “Conrado” Muñiz, Pepe Cortés, Rodrigo Cervantes, Vicente Serrano y Ricardo “Jijiruje” Ramírez. Reforzaron a los “lechugueros” para la Copa México, Marcial “el ranchero” Ortiz proveniente del Necaxa de los once hermanos. Además de José “Pirracas” Castellanos, Alfonso Montemayor y Raúl Varela provenientes de Tampico. Los primeros extranjeros fueron costarricenses, Antonio Campos y Duilio Dobles. El técnico elegido fue el español Joaquín Fuente.

Atlas apabulló a su oponente por 5 goles a 1 demostrando la escasa preparación y experiencia del UNIÓN-LEÓN. El tanto del honor lo marcó al minuto 25’ José “Palitos”  Ramírez. La alineación fue con Sánchez en la puerta, Jijiruje Ramírez y Ortiz en la defensa. En la media Varela, Castellanos y Benigno Leyva. La línea de atacantes conformada por Campos, Serrano, Montemayor, Palitos Ramírez y Dobles. Irónicamente el verdugo fue Agustín “Chino” Medina de origen leonés quien convirtió tres anotaciones con espectaculares remates de cabeza. El 14 de mayo en el Parque Patria fueron derrotados por Guadalajara 2-6. De nuevo en casa, el 28 de mayo, el Atlas los venció 1-2 con anotación de José “Pirracas” Castellanos”. Por los rojinegros anotaron José Luis Michel y  el argentino Eduardo Valdatti. León concluyó su participación el 4 de junio, al ser goleado 8-2 por Guadalajara en el Parque Oblatos. Pablotas González convirtió 5 anotaciones. Periodo de aprendizaje.

En la foto aparece el primer entrenador del León, el español Joaquín Fuente quien dirigió el torneo de Copa, en la fila de arriba el quinto de izquierda a derecha.
Fila superior, izquierda a derecha: José «Pirracas» Castellanos, Duilio Dobles, José «Palitos» Ramírez, Alfonso Montemayor, el DT Joaquín Fuente, Antonio Campos y Vicente Serrano. Fila de frente, izquierda a derecha: Benigno Leyva, Raúl Varela, Elpidio «Gringa» Sánchez, Marcial Ortíz y Ricardo «Jijiruje» Ramírez.


Domingo 28 de mayo de 1944, León perdió 1-2 con Atlas. José Luis Míchel al 40′ y Eduardo Valdatti al 86′ marcaron para los rojinegros. Para el León lo hizo José «Pirracas» Castellanos al 50′.

EL DEBUT EN LIGA MAYOR.

El fracaso sufrido en la eliminación de la Copa México y sin recursos económicos obligaron a los curtidores a ceder la franquicia a un grupo de comerciantes e industriales y designar a Don José Pilar Ramírez Servín como primer presidente del naciente club León dejando atrás el nombre de UNIÓN-LEÓN. El español radicado en Irapuato, Sebastián Martínez contribuyó a engrandecer a los verdes al formar parte de la directiva y preocuparse por el bienestar de los jugadores dentro y fuera de la cancha.

La nueva Directiva puso a disposición $15,000 pesos para adquirir a 4 refuerzos argentinos por conducto de su compatriota José Noguera futbolista activo del Asturias. Noguera envió una lista de jugadores y fueron seleccionados el arquero Miguel Armando Rugilo, el defensa Antonio Battaglia y dos atacantes Marco Aurelio y Ángel Fernández. En esa época el futbol argentino no estaba afiliado a FIFA y los jugadores emigraban a otras latitudes por mejores ofertas de trabajo. Adicionalmente fueron adquiridos tres costarricenses por recomendación de su compatriota Santiago Bonilla futbolista del Marte: José Francisco Rivas, Enrique Lizano y Carlos Garita. El cuerpo directivo emitió acciones de $500 pesos para completar el fondo económico.

Rugilo y Battaglia acompañados por el tico Rivas arribaron a la ciudad de León el 8 de agosto de 1944 y los aguardaba un comité de recepción en el puente de la Calzada. El cronista Ricardo Vivero Alba realizó por radio la primera entrevista a los futbolistas recién llegados. El 16 de agosto Marco Aurelio y Ángel Fernández se presentaron a los entrenamientos.

Rugilo sale del vestidor del parque Asturias. Detrás de él Marcos Aurelio y Abel Ramírez.

En la práctica previa al encuentro inaugural Alfonso “Capi” Montemayor se lastimó el tobillo en un choque con Antonio Battaglia. En ese entonces el “Capi” Montemayor se desempeñaba como delantero centro. El directivo Sebastián Martínez contrató a Pablo Chancharras Pérez originario de Irapuato, Gto para suplirlo.

El 20 de agosto de 1944 los aficionados abarrotaron las tribunas del estadio Patria en la calzada de los héroes para observar al club verdiblanco contra el famoso Atlante. Al ser un parque de beisbol, el campo era de tierra sin pasto. Se colocaron sillas de madera a un costado de la cancha porque la sociedad leonesa no quería perderse la histórica contienda. Rugilo defendió la meta y además por su liderazgo fungió como entrenador. El dibujo táctico era de 2-3-5, Battaglia y Abel Ramírez integraron la zaga. Tres mediocampistas con Raul “Maki” Varela, José “Pirracas” Castellanos y Antonio “Conrado” Muñiz”. Cinco atacantes se estilaban en la época; Rodolfo Moncada (extremo derecho), Marcos Aurelio (interior derecho), Pablo Pérez (delantero centro), Rodrigo Cervantes (interior izquierdo) y Ángel “Che” Fernández (extremo izquierdo). Por los azulgranas figuraban el internacional catalán Martín Vantolrá, el ídolo nacional Horacio Casarín, el  guardameta “Potrillo” Villavicencio y los recios zagueros Antonio “Peluche” Ramos y José “Margarita” Gutiérrez.

Antes del primer minuto se gestó una relampagueante jugada por el sector derecho entre Moncada y Marcos Aurelio quien habilitó a Ángel Fernández. El “Che” burló a dos defensas y tiró a portería para anotar el primer tanto en Liga Mayor. Los azulgrana ni siquiera habían tocado el balón. El “Pato” Aurelio clavó el segundo con la testa a pase de Moncada. Horacio Casarín acercó de pena máxima. De nuevo Marco Aurelio registró el tercero antes del descanso en combinación con Pablo Pérez. Vantolrá acercó a los azulgranas pero “Chancharras” Pérez y el finísimo Moncada incrementaron la ventaja. Conrado Muñiz era un jugador silencioso, bajito de estatura pero un maestro en el marcaje. Anuló casi por completo a Vantolrá.  Finalmente Casarín cerró el marcador de 5 a 3. Triunfo indiscutible. La primera gran hazaña de León al derrotar al favorito Atlante. León un equipo de entrega, corazón y cariño a la camiseta verde.

Rugilo contra Chivas en espectacular lance.

En las siguientes jornadas empataron contra el poderoso España (2-2) y el Guadalajara (1-1). Triunfaron en México contra América por 3 a 1. En la quinta jornada llegó la primera derrota ante Puebla (0-2). El 15 de octubre de ese mismo año vencieron al Asturias por 5 a 3 con cuatro anotaciones de Alfonso “Capi” Montemayor.           

Foto 1944 victoria contra América: De izquierda a derecha: Battaglia, “Che” Fernández y Abel Ramírez.
Primera temporada: Arriba: Rugilo, Muñiz, Abel Ramírez, Montemayor, Varele y Battaglia.
Abajo: “Pirracas” Castellanos, Rodolfo Moncada, Marcos Aurelio, Rodrigo Cervantes y Ángel “Che” Fernández.

En la primera temporada en Liga Mayor (44-45),  León ocupó el cuarto lugar con 10 victorias, 7 empates y 7 derrotas. Sus goleadores fueron Marcos Aurelio con 14, Pablo Pérez con 13 y Ángel Fernández con 6. El dirigente Pilar Ramírez incentivaba con dinero las acciones destacadas del Pato Aurelio y Pablo Pérez. Incluso, obsequiaba centenarios de oro a Miguel Rugilo por sus espectaculares atajadas.

León vs Asociación Deportiva Orizabeña (A.D.O): Arriba de izq a der: Elpido “gringa” Sánchez, Carlos Garita, “pirracas” Castellanos, Abel Ramírez, Rugilo, Battaglia y Marciano (masajista). Abajo: José Ramírez, Rodolfo Moncada, Marcos Aurelio, Montemayor, Rodrigo Cervantes y “chancharras” Pérez.

ELLOS FUERON.

Don Ricardo Vivero Alba, cronista deportivo que fue testigo del origen del club León describió a la perfección la importancia del equipo en la ciudad en su libro “ELLOS FUERON” (1984):

ELLOS FUERON los primeros los iniciadores de un movimiento social en nuestra ciudad, porque en los albores de la década de los años cuarenta, el Futbol era casi desconocido en nuestro medio.

Antonio Battaglia en disputa por el balón.

ELLOS FUERON ídolos del pueblo, pero antes de lograr esa conquista, aquellos jóvenes nacidos en el barrio curtidor, hubieron de esperar el momento grande, el ingreso a la Liga Mayor de Futbol para que, en amalgama con los recién llegados de otras latitudes como Montemayor, Varela, Castellanos y Pérez, los costarricenses Campos, Dobles, Garita, Lizano y Rivas; los argentinos Battaglia, Rugilo, Aurelio y Fernández; fueron distinguidos por un sector muy importante que los llamó a su mesa y convivió con ellos.

Alfonso “Capi” Montemayor es sacado en hombros luego de convertir cuatro goles en la victoria ante Asturias en 1944 en el estadio Patria.

ELLOS FUERON los que con sus hazañas proyectaron el nombre de nuestra ciudad en todo el territorio nacional y más allá de las fronteras, llevando en el pecho su escudo, que fue su antorcha y fue conocido en todos los ámbitos, ese es un logro que no está al alcance de todos en tan poco tiempo.

ELLOS FUERON rescatadores de la dignidad de un deporte que parecía condenado a la desaparición y lo hicieron GRANDE, TAN GRANDE, que ya no cabe en el corazón de los aficionados, de los fieles seguidores que los acompañaban a sus juegos foráneos, que gozaban con las victorias y sufrían con las derrotas.

EL CLUB LEÓN, UNA PASIÓN IRRENUNCIABLE.